ALIMENTACIÓN Y CÁNCER DE PROSTATA
La próstata es un órgano glandular del aparato genitourinario exclusivo de los hombres. Ésta glándula contiene células que producen parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides.
El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común en hombres y aumenta exponencialmente con la edad. Normalmente no se diagnostica antes de los 50 años y a la edad de 70 años el riesgo es aún mayor. Actualmente sabemos que el cáncer tiene cierta relación con la alimentación y el estilo de vida.
Se ha visto que una alimentación rica en grasas y pobre en verduras, frutas y cereales integrales es un factor de importancia para el desarrollo del cáncer. Algunas recomendaciones que podemos hacer en relación a la alimentación son:
1.– Aumenta tu consumo de granada, ya que es una fruta con alto contenido de antioxidantes y ha dado buenos resultados en investigaciones de pacientes con cáncer de próstata. Además aporta fitoestrógenos que ayudan a proteger los tejidos de la formación de tumores. Ésta fruta contiende más antioxidantes que el té verde y el vino.
2.– Consume regularmente jitomate, sandía y durazno. Estos alimentos contienen una sustancia llamada licopeno que produce un efecto protector contra el cáncer de próstata. Siempre es mejor consumirlos frescos.
3.– Crucíferas (brócoli, col, coles de bruselas y coliflor)- éste tipo de verduras previenen todo tipo de cáncer por su altísimo contenido de vitaminas y antioxidantes. Lamentablemente suelen ser rechazadas por su difícil digestión.
4.– Vitamina E (tocoferol) - El alfa tocoferol baja la incidencia del cáncer de próstata en estadios avanzados en un 40% y la moralidad de este cáncer se baja en un 41 % Se ha visto que la vitamina E tiene un efecto inhibidor en el crecimiento del tumor. Se ha visto también que ésta vitamina ayuda a prevenir la inflamación de la próstata. Algunos alimentos que contienen vitamina E son: verduras de hoja verde, frutos secos y trigo.
Otras recomendaciones:
- No fumar
- Reducir el consumo de carne roja y aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales integrales.
- Mantener un peso saludable
- Hacer ejercicio por lo menos 30 minutos al día.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Proteger la piel de la exposición solar.
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