Productos naturales, ¿realmente todos son saludables?
Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos como consumidores, es el uso de la publicidad y mercadotecnia engañosa, que nos hacen creer que los productos nos ayudarán a alcanzar nuestras metas, teniendo un estilo de vida saludable. Esto, junto con la falta de información suficiente para determinar si un producto cumple con los requerimientos para dichas metas (bajar de peso, nutrir, rehidratar, construir masa muscular, etc.), llevan a la industria a producir y promover alimentos de baja calidad que dañan a la población, o a exagerar las propiedades de cierto ingrediente para aumentar las ventas.
Por esta razón enlistamos algunos de los principales productos que están al alcance de la población y que, aunque se venden como tal, no necesariamente son nutritivos, seguros o saludables. Recuerda que aunque se vendan en tiendas naturistas no significa que su contenido nutricional sea adecuado.
Producto engañoso: Palomitas de maíz con nopal o alga espirulina
Lo bueno: las palomitas de maíz son naturalmente altas en fibra y antioxidantes. Agregar alga espirulina o nopal, nos ayuda a consumir estos superalimentos de una forma fácil, y a aumentar el consumo de antioxidantes.
Lo malo: la mayoría de estas palomitas tienen una enorme cantidad de grasa, y algunas también mucha sal.
Lo encuentras en: tiendas naturistas, tiendas de alimentos funcionales.
Recomendación: evítalas; aunque no contengan nopal o espirulina, prefiere las palomitas sin grasa. Las caseras o las preparadas con aire caliente son la mejor opción.
Producto engañoso: Bebidas con antioxidantes
Lo bueno: aportan antioxidantes a partir de té verde, té blanco, té negro, extracto de arándano, etc.
Lo malo: muchas tienen azúcar, aunque se venden como bebidas saludables, y el tipo de azúcar añadida en bebidas es muy fácil que se acumule en forma de grasa. Además, la cantidad de antioxidantes no es tan alta y es mejor obtenerlos a partir de alimentos naturales. Por otro lado, muchas tienen conservadores, colorantes y endulzantes artificiales, a pesar de decir que son naturales.
Lo encuentras en: tiendas naturistas, tiendas de abarrotes, tiendas de autoservicio, gimnasios, etc.
Recomendación: toma agua simple, agua de jamaica o limón naturales y sin azúcar, jugos de verduras, y café o té sin azúcar. No excedas las tres tazas al día de café, té o bebidas con cafeína. Lee las etiquetas y fíjate en la lista de ingredientes y en los gramos de azúcar.
Producto engañoso: Churritos de amaranto o nopal
Lo bueno: el amaranto y el nopal aumentan el contenido de fibra de estas botanas.
Lo malo: generalmente están fritos, lo que hace que el aporte calórico sea alto a expensas de grasas saturadas y grasas trans. Por otro lado, la mayoría del producto sigue siendo harina de trigo refinada, sólo una pequeña parte es sustituida por harina de amaranto o nopal, por lo que el valor nutricional de antioxidantes o alguna otra propiedad de estos alimentos es muy baja.
Lo encuentras en: tiendas naturistas, tiendas de alimentos funcionales.
Recomendación: trata de evitar siempre productos fritos. Aunque no contengan amaranto o nopal, prefiere churritos horneados o alguna otra botana saludable como papas deshidratadas, fruta deshidratada, galletas integrales, etc.
Producto engañoso: Barras y galletas energéticas, vegetarianas y para deportistas
Lo bueno: la mayoría son altas en fibra.
Lo malo: la mayoría tienen grandes cantidades de grasa, azúcar o ambas, esto aumenta considerablemente el aporte calórico. Además algunos productos veganos o vegetarianos tienen alimentos con proteína de baja calidad y altos en grasa.
Lo encuentras en: tiendas naturistas, tiendas de alimentos funcionales.
Recomendación: lee las etiquetas y pide asesoría de un profesional de la salud para productos específicos. Prefiere colaciones como galletas integrales sin grasa, un puño de cereal integral sin azúcar, pan integral con mermelada sin azúcar, etc
Producto engañoso: Soya y derivados (chicharrón, chorizo, frituras, etc.)
Lo bueno: no contienen colesterol porque son productos vegetales.
Lo malo: los productos ya preparados de soya, para sustituir la carne, son increíblemente altos en sodio. Muchos no cumplen con el requerimiento de proteína para suplir el aporte de un producto de origen animal. La mayoría tienen mucha grasa saturada o grasas trans. Si se busca comer soya por sus propiedades para el corazón, estos alimentos son más dañinos que benéficos.
Lo encuentras en: tiendas naturistas, tiendas de alimentos funcionales, tiendas para vegetarianos.
Recomendación: nunca te dejes llevar por la idea de que algo vegetariano es saludable, y prefiere alimentos de soya naturales como el frijol de soya.
Producto engañoso: Alimentos endulzados con Stevia
Lo bueno: tienen ligeramente menos azúcar que la versión original.
Lo malo: la mayoría de estos productos están endulzados con azúcar normal y sólo una pequeña parte es sustituida por Stevia. Ejemplos de estos productos es el yogurt Yoplait, chocolates en polvo, Coca-Cola Life, el nuevo pan de caja de Bimbo, etc. Este cambio no lo hace un producto bajo en azúcar, no disminuye considerablemente la cantidad de calorías, y no los hacen aptos para una persona que vive con diabetes.
Lo encuentras en: tiendas de autoservicio.
Recomendación: lee las etiquetas y te darás cuenta que siguen teniendo varios gramos de azúcar, y que este se encuentra entre los primeros ingredientes, mientras que la Stevia se encuentra al final de la lista de ingredientes.
¿Sabías qué la lista de ingredientes de un producto viene en orden de mayor a menor cantidad? Evita comprar alimentos en los que el azúcar, jarabe de maíz alto en fructosa y aceite vegetal hidrogenado esté entre los primeros tres ingredientes.
Una de las mejores herramientas para cuidar tu salud es leer las etiquetas y fijarte en lo que estás consumiendo. Es muy fácil dejarse llevar por la publicidad y mercadotecnia, ya que la industria no es consciente de la salud de sus consumidores. Si necesitas ayuda o tienes dudas sobre algún ingrediente o producto en específico siempre recurre a un profesional de la salud que te indique si es lo adecuado para ti, tomando en cuenta tus requerimientos. Además es muy importante siempre cuidar la cantidad que consumimos, ya que por creer que son más saludables o con menos calorías, llegamos a consumir cantidades muy grandes de estos productos.
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